Es uno de los pulmones de Collado Villalba. Ocupa una extensión de 49 hectáreas. Es un lugar para hacer deporte, pasear y disfrutar de las vistas. Habitualmente, es el lugar donde pastan vacas. Los últimos resquicios de explotación ganadera en la Sierra.
En uno de los laterales de la Dehesa existe un parque con mesas y un espacio infantil. Corredores, ciclistas y paseantes aparecen por allí desde primera hora de la mañana todos los días del año.
Sin duda es uno de los lugares más carismáticos de Collado Villalba que resiste a la urbanización y que aporta un rincón para la tranquilidad, el deporte y el descanso.
La Dehesa Boyal en prensa